QUIZA TODO ESTE DENTRO DE NOSOTROS
Creo que en este mundo todos nos estamos volviendo locos, y esto no deja de ser un tópico pero es cierto, llevamos muchos años volviéndonos locos todos. Somos tanta gente, cada día nos cruzamos unos y otros montones de veces, por las calles, en los coches, nos oímos en las radios y nos vemos en las teles, por internet o en un pequeño supermercado. Y qué somos los unos para los otros, ni siquiera nos vemos, está claro que mirarnos a los ojos entre cada uno de nosotros es a veces una declaración de intenciones, o una amenaza o una amenaza. Tocarnos con la punta de los dedos es una agresión. Porque si no sabes el nombre del otro, si no te lo presentó una amiga, si no es amigo de un amigo o un conocido, es un extraño o extraña, una sombra, un desconocido, el origen del miedo de los miedos, violadores secuestradores asesinos y asesinas, en potencia. Eso lo somos todos. A veces nos olvidamos de ello.
Todos cargamos con demasiadas exigencias, propias o ajenas. Como he leído en algún sitio las personas psicológicamente somos como un sistema de presiones, es decir, ante cualquier estímulo externo que nos afecta hay una reacción que sale para afuera de alguna forma. Las lágrimas por ejemplo. Pero también la violencia, también la injusticia. Uno puede reaccionar ante una discusión con un hermano con indiferencia, con odio, llorando, riendo, gritando, o puede pagarlo con otra tercera persona que no tenga nada que ver. Suele pasar. Me echa una bronca el jefe, yo se la echo a éste que me cae de puto culo.A pesar de esto, cuando las personas funcionamos así
somos controlables dentro de lo incontrolables que podamos llegar a ser. Resulta más peligroso cuando no funcionamos así, cuando guardamos dentro y cargamos con todos los días del año un año tras otro como superhombres y supermujeres del mundo moderno, resulta mejor para nosotros esto que exteriorizar las cosas porque se supone que así nos mostramos menos débiles y somos menos débiles para todos los demás. Resulta más peligroso e incontrolable porque cuando los estímulos exteriores o incluso interiores superan nuestras capacidades somos imprevisibles de arriba a abajo en todo nuestro comportamiento. En pequeña escala todos conocemos personas que apenas se enfadan porque se lo callan y guardan todo hasta el día en que lo sueltan todo y no dejan a nadie con cabeza.
Pero como todos vamos sumidos en nuestro pequeño universo, con nuestras cosas, nuestros horarios, nuestras responsabilidades, nuestro coche y nuestra tele, así seguiremos pensando que un día como hoy sólo han muerto los que vimos en la tele, en irak, en el tercer mundo (de hambre), y los que se publicarán en las esquelas de los periódicos al día siguiente.
Cuando la realidad de lo que vivimos es más grande que todo lo que vemos, nosotros, el mundo visual, construyendo un mundo visual, nos estamos volviendo locos, porque deberíamos empezar por cogernos cada uno cerrar los ojos y aprender que las cosas tienen más perspectivas no sólo las nuestras, en algún lugar están nuestros límites, cada uno tenemos los nuestros, pero todos los tenemos. Quizá eso que se dice tanto de que si el ritmo de vida actual, que si el tabaco... no sean más que tonterías. Quizá todo esté dentro de nosotros.
Todos cargamos con demasiadas exigencias, propias o ajenas. Como he leído en algún sitio las personas psicológicamente somos como un sistema de presiones, es decir, ante cualquier estímulo externo que nos afecta hay una reacción que sale para afuera de alguna forma. Las lágrimas por ejemplo. Pero también la violencia, también la injusticia. Uno puede reaccionar ante una discusión con un hermano con indiferencia, con odio, llorando, riendo, gritando, o puede pagarlo con otra tercera persona que no tenga nada que ver. Suele pasar. Me echa una bronca el jefe, yo se la echo a éste que me cae de puto culo.A pesar de esto, cuando las personas funcionamos así
somos controlables dentro de lo incontrolables que podamos llegar a ser. Resulta más peligroso cuando no funcionamos así, cuando guardamos dentro y cargamos con todos los días del año un año tras otro como superhombres y supermujeres del mundo moderno, resulta mejor para nosotros esto que exteriorizar las cosas porque se supone que así nos mostramos menos débiles y somos menos débiles para todos los demás. Resulta más peligroso e incontrolable porque cuando los estímulos exteriores o incluso interiores superan nuestras capacidades somos imprevisibles de arriba a abajo en todo nuestro comportamiento. En pequeña escala todos conocemos personas que apenas se enfadan porque se lo callan y guardan todo hasta el día en que lo sueltan todo y no dejan a nadie con cabeza.
Pero como todos vamos sumidos en nuestro pequeño universo, con nuestras cosas, nuestros horarios, nuestras responsabilidades, nuestro coche y nuestra tele, así seguiremos pensando que un día como hoy sólo han muerto los que vimos en la tele, en irak, en el tercer mundo (de hambre), y los que se publicarán en las esquelas de los periódicos al día siguiente.
Cuando la realidad de lo que vivimos es más grande que todo lo que vemos, nosotros, el mundo visual, construyendo un mundo visual, nos estamos volviendo locos, porque deberíamos empezar por cogernos cada uno cerrar los ojos y aprender que las cosas tienen más perspectivas no sólo las nuestras, en algún lugar están nuestros límites, cada uno tenemos los nuestros, pero todos los tenemos. Quizá eso que se dice tanto de que si el ritmo de vida actual, que si el tabaco... no sean más que tonterías. Quizá todo esté dentro de nosotros.
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