En algún momento la locura dejó de ser la misma para los dos,
ya no estábamos poseídos por bestias,
dejamos de hablar de precipicios rotos, descomposición y renuncias,
ya no llenamos el fondo de más barro ni ahogamos más rosas,
abandonamos nuestra propia disección,
deshicimos los pasos.

Comentarios

Entradas populares