CUADRO I, PRELUDIO - EL ORO DEL RHIN - EL ANILLO DE LOS NIBELUNGOS - WAGNER



Otra pieza única, con la que uno cerrando los ojos puede remontarse en el tiempo, y observar desde fuera su propia vida, en el inicio, en el presente, en el futuro, en el final. La grandiosidad de una obra que a veces se halla en lo más pequeño, la grandiosidad de la vida en la fragilidad con la que nacemos, la vida de las flores o de las mariposas... frente a tempestades y tormentas... la furia con que la vida se abre paso, la belleza con la que nos deslumbra... cada vez que nos sorprende... Las veces que nuestros ojos no son capaces de asumir tal dimensión.
Para mí esta pieza tan conocida ha vuelto a ser un enorme descubrimiento. Merece la pena guardar un minuto para cerrar los ojos y volver a escucharla. La vida.

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