MIRANDO EL MAR
No es tiempo de morir, aún.
Las puntas de mis dedos lo determinan.
La carne muerta de mis pies.
Esta arena con la que te vistes.
El lenguaje del alquitrán, tu angustia.
Cuando es la luna sin embargo
la que más hace por entenderlo.
Las puntas de mis dedos lo determinan.
La carne muerta de mis pies.
Esta arena con la que te vistes.
El lenguaje del alquitrán, tu angustia.
Cuando es la luna sin embargo
la que más hace por entenderlo.
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