Se trata de eso, se trata de no ver,
de conseguirlo con los ojos abiertos
viendo cómo nuestros pies desaparecen con el fuego,
no capaces de asumir que nosotros también seremos
hoja que baile en el otoño rodeada de más hojas,
una pincelada que se diluirá
una de esas tardes cualquiera de lluvia.

Comentarios

Entradas populares