EL MILAGRO DE LA VIDA

El milagro de la vida. Has leído sobre ello, vídeos, documentales, has escuchado con atención las palabras de cercanos y lejanos, ilusionado. Los nueve meses se convierten en años sobre todo cuanto menos tiempo queda para el milagro. Porque ahí dentro ya es un milagro pero aún parece irreal. Te preguntas ya tantas cosas, sientes ya tantas cosas. Porque paralelamente la vida ya se ha hecho en tu cabeza, como en casa o en la gente que te rodea.

Luego llega el gran día, ese momento que uno no cambiaría por nada en el mundo, cuando todos los años anteriores de tu vida cobran más sentido si cabe, cuando entiendes del todo tu vida hasta entonces. Es el momento en que de repente aquel lugar se llena de gente y tú sientes que vas a ser testigo de algo excepcional, algo que vas a recordar toda tu vida.

Basta un instante.

Y no existe tiempo suficiente para entender por qué se te cae una lágrima, por qué miras a esa persona especial con que lo compartes todo y la besas, por qué cuando te dicen "felicidades, papá" aún no te crees que vaya contigo, por qué cuando oyes ese primer llanto todo tu ser siente que parte de ti está también en ese llanto, por qué olvidas la hora el lugar las personas que siguen ahí unas cerrando ese hueco de nueve meses y esas otras que siguen sorprendidas a pesar de que es algo que ven unas cuantas veces al día.
La alegría por fuera y por dentro.
Una dimensión extraordinaria, el hueco que preparamos en el mundo para Elisa.
Luego el hueco que le dan unos papeles en el mundo.
Los primeros días son un paréntesis. Una mezcla de sonrisas y noches que saltan sobre los días. A estas alturas uno ya sabe que jamás volverá a ser el mismo, la inquietud cuando no entiendes, la vida sin horarios.
Y de repente te ves en un espejo, con ella en brazos, una madrugada, y la felicidad multiplica tu vida hasta el infinito.
Ahora, en este pequeño momento para la reflexión, pienso en el presente y en el futuro. Y mirando dormir a Elisa me digo a mí mismo todo lo que tenemos por vivir.
Ahora ya somos tres.
Y sonrío.
El milagro de la vida.