Yo soy uno de esos huecos iluminados que tiene la ciudad,
obsesionado con iluminar mi hueco más que todo el resto de huecos juntos,
y aun así, visto desde el cielo, nadie, ni tú, podría distinguir mi hueco del resto.
Pero yo sigo empeñado, sigo
llenándolo de más luz aunque no haya más espacio,
aunque rebose y sobresalga de mis límites,
estoy empeñado en que incluso desde el cielo
un día triste de amor fou
tú fueras capaz de verlo…

Comentarios

Entradas populares