Perfecta en la altura de tus ojos, que es la suma
de tu altura más la altura de tus tacones,
perfecta en la acomodación y pose de tus labios,
incitantes, persuasivos,
perfecta en el encaje de tus manos y en su perfecta diplomacia,
suave en el descaro y proporcionada en el decoro,
perfecta en el control de los imprevistos y en la inocencia de los impulsos,
la determinación en tus párpados y la distancia del perfume
con el que supe que era tuyo.
Perfecta en la osadía de tus caderas frente a la ignorancia de mi fragilidad.

Comentarios

Entradas populares